“Ahora todos y todas son modelos, que contentera..”
La frase suelta es de Gabriel. Si estuviéramos juntos seguro le haría una mirada rara. No será esta la ocasión. Son todo pantallas y letras iluminadas. Correspondencia infinita que nunca acaba en una firma. Entiendo de donde viene su sinsabor. La capital se llenó de imágenes, ciertamente. Imágenes pulidas, profesionales. Fotos amateurs ambiciosas. Estéticas deliberadas. Nuestras redes sociales derrochan intensidad y personalidad. Pero creo que talvez la parte que no ha querido notar es el contexto de ellas.
Hay cámaras por todo lado. En San Pedro, por ejemplo, las patrocina la Municipalidad como un desesperado intento de reducir el crimen, como en Londres. Cuando paso por la UCR y el Parque Kennedy, asumo que la acera es mi pasarela. 1984 como un grito de la moda (la moda GRITA). Viviendo en “The Age of Surveillance”... la calle es un reality show ¿no han visto los Facebooks y los blogs de la gente que va a los chivos y a los bailongos y las expos? hay fotos de uno en lugares que uno ni se imagina... nos deslizamos a través de la noche como criaturas hermosas, infinitamente documentadas.
He visto mucha gente modelando, alguna tomándola más en serio que otra. Creo que ahora hay más 'personajes' que antes, pero no lo resiento, me parece chiva y que agrega un sazón extra a todo lo que hacemos. Creo que hay más gente luchando por encontrar cual es su talento y cual rol juega en todo. También veo más gente peleando por alcanzar su potencial en el área que sea que le interesa. Veo gente interesantísima que son como estrellas de rock que aun no han formado una banda y artistas que aun no terminan su obra, entonces hay más gente fotografiando, haciendo dirección de arte, editando video, haciendo canciones, cortando pelo, diseñando ropa, haciendo marcas... todo el mundo siempre tiene algo que decir, y me encanta ver tanta gente tratando de al fin decirlo. Entonces sí, también modelos. Me parece que vivimos tiempos interesantes.
Para mí es dejarme saturar. Aceptar la vida en la pecera. No pretender que todo no está siendo vigilado en todo lado por gente que ni conozco. No me importa. La privacidad es una ilusión y las corporaciones se mueren por nuestra información. Se las damos a cada rato, de por sí. Listas de compras, tarjetas de crédito, preferencias y eso. Entonces ¿por qué no hacer nuestra propia bulla? Sacar todo lo que tenemos dentro que se muere por salir. Existir en sus caras con todos nuestros colores encendidos al máximo. Hacer bulla. Escupirles en la cara. En este país de por sí la clase política está encamada con el Big Business y grupos religiosos que hacen campaña por nuestro silencio. Sospecho que este marejada de sangre joven tiene la idea correcta. Creo que saben algo que algunos de nosotros, mayores y cínicos, no.
Que si nos pueden ver, no pueden fingir que no existimos.
Ilustración por Ryan Hughes, del cómic The Invisibles de Grant Morrison
miércoles, 24 de agosto de 2011
La Acera Como Pasarela
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